Parte del general Prudencio O. de Rozas sobre la acción de Chascomús

 

¡Viva la Federación!

 
El Gral Cmte en Gefe del Rgto
N° 6 y de las Divisiones contra
los sublevados unitarios
                                                                                                                                                                               Campamento en las inmediaciones de Dolores

                                                                                                                                                                               Noviembre 11 de 1839. Año 30 de la Libertad, 24 de la

                                                                                                                                                                               Independencia y 10 de la Confederación Argentina.

 
Da cuenta en total de la acción conseguida contra los
Salvajes Unitarios en la villa del Pueblo de Chascomús
El día 7 del corriente.
 
Al Sor. General Dn Manuel Corbalán, Edecán de S.E.
 

El infrascripto General tiene el honor de poner en conocimiento de V.S. Para que se digne elevarlo al superior de S.E. Nuestros Ilustre Restaurador de la Leyes Gobernador y Capitán General de la Provincia Brigadier Juan Manuel de Rozas, que el día seis del corriente campó con División de su mando en el paso del Salado llamado del venado en la parte interior, donde comió la tropa y habiendo tomado caballos de diestro, levantó el campo y se puso en marcha después de oraciones y a entrada la noche que fue vastante oscura y sumamente tormentosa y ventosa, en dirección de Chascomús, calculando sus marchas a fin de sorprender una fuerza de los sublevados que según las últimas noticias que tenía se hallaban campados en numero de mil quinientos hombres cerca de la Estancia de don Felipe Girado, como media legua al sud del pueblo. En este concepto dispuso las fuerzas de su mando por escalones del modo siguiente: Toda la fuerza de línea formó en escalones al mando del que firma, los de la izquierda al mando del Coronel Graduado don Manuel del Carmen García, los del centro al mando del Sargento Mayor Graduado don Florencio Villanueva, los de la derecha al mando del Teniente Coronel efectivo don. Ramón Bustos edecán de S.E. y a la derecha los indios amigos y varios milicianos boluntarios al mando del Sr. Coronel don. Bentura Miñana y los escalones de reserva al mando del Sr. Coronel don. Nicolás Granada quedando el que firma en actitud de (...) donde las glorias de la Patria designasen su lugar. En esta actitud y después de colocadas las guerrillas necesarias al centro y costados, siguió su marcha en dirección al lugar indicado. En esta actitud y después de colocadas las guerrillas necesarias al centro y costados, siguió su marcha en dirección al lugar indicado anteriormente, y no encontró más fuerza que cinco milicianos al cuidado del ganado que tenían encerrado en el corral del Señor Girado. Por las declaraciones de estos se supo donde se hallavan los enemigos y siguió su marcha a inmediaciones del Pueblo dando buelta acia el campo enemigo, habiendo tomado en esta marcha, un miliciano pasado y dos paisanos sin armas que discordaban en sus declaraciones pues unos decían que los salvajes unitarios habían marchado al Monte y otros que no, que estaban campados en las inmediaciones del pueblo sobre la laguna hacia el lado del camino de Ranchos y creyendo que los enemigos hubiesen marchado la tarde anterior para el Monte, mandó una partida que sacase del pueblo al Juez de Paz, é inmediatamente supo por una de las partidas descubridoras, que los enemigos se hallavan en el lugar espresado.
Efectivamente a poco de andar descubrieron nuestras guerrillas la fuerza enemiga y reconocida por el que firma, siguió la marcha de la división al trote, permaneciendo el enemigo en su posición formados en batalla, una de nuestras guerrillas de la izquierda rompió el fuego sobre otra de la derecha enemiga, que siendo cuatro veces superior en número: al romperse el fuego de las guerrillas se puso en movimiento el enemigo y como fuese obligada a bolver caras nuestra guerrilla, mandé protegerla mientras hallava la oportunidad de cargar.

En este estado el que firma se puso a la cabeza de los primeros escuadrones habló a la tropa las palabras siguientes: Soldados fieles a la Patria, preparaos a pelear, hay teneis a esos salvajes unitarios, ellos son cobardes, he contado con vosotros soldados y compañeros de armas para salvar a la Patria, nuestra querida tierra: entre esas filas enemigas hay innumerables paisanos federales amigos de nuestro Restaurador don. Juan Manuel de Rozas y míos, ellos son engañados y por la fuerza han podido estar con esos malvados, pero los avandonaran, se uniran a nosotros y las consideraciones con que sean tratados los consolaran de una decisión que no han merecido,. Soldados mi divisa es honor y fidelidad que sea esta también la vuestra, con ella y la ayuda de Dios bamos a triunfar.

Y en seguida se tocó a la carga por orden del que firma y como le pareciese al que firma que se retardaba la derrota de los sublevados mandó tocar segunda vez a la carga. El enemigo sufrió y dio varias cargas, pero destrozada su izquierda que la mayor parte se precipitó a la laguna, buscando en ella la salvación que de otro modo no la hallava y parte hullo al Pueblo donde fue perseguida. El centro y la derecha enemiga, ya desordenada sólo trató de huir pero como no podía volver casas, porque la reserva les había tomado la retaguardia, y no podían hacerlo hacia el pueblo por impedírselo unos zanjones de las quintas del mismo pueblo, atropellaron ya de un modo desordenado en un grupo muy considerable, llevándose en su fuga envueltos varios soldados de un escalón que no pudo resistir la velocidad y empuje con que lo penetraron sin más designio que fugar, desordenando también algunas de nuestras caballadas. El número de cadáveres enemigos de que estaba sembrado el campo de batalla, el no ver nuestra derecha que perseguía la izquierda enemiga dentro de la laguna, el estar dueño del campo de batalla y que nuestra izquierda, centro y reserva se hallaban muy distantes del campo de batalla en persecución de los enemigos, hiso al que firma tocar reunión por varias ocasiones hasta que logró reunir las fuerzas, menos algunos que por estar muy embevidos persiguiendo al enemigo no se pudieron reunir hasta mucho después y algunos soldados de línea y milicia de las caballadas que abrumados con el gran grupo de enemigos, los creyeron victoriosos en aquellos momentos, de los que ya se han incorporado casi todos siendo el resultado de esta victoria que duró como tres horas, más de doscientos cincuenta muertos y mas de quinientos entre pasados y prisioneros. Entre los primeros se han encontrado el cadáver del francés Ambrosio Cramer, que hacia de Gefe del Estado Mayor de la fuerza enemiga de Zacarías Marquez, Capitán de Milicias que hacía de Coronel, el del Capitán de milicias José Mendiola que hacía de Comandante de Escuadrón, Domingo Lastra y su hijo, Tte.1° de milicias Vicente Belazquez, Antonio Laredo, un francés llamado Juan, una bandera que remití a S.E. en cara anterior, tres carretillas de á caballo, gran cantidad de caballadas, muchos fuciles, tercerolas, lansas y sables. Por nuestra parte ha tenido tres soldados de línea y cuatro milicianos muertos y como quince heridos inclusos el Sargento Mayor Graduado D. Florencio Villanueva, y Tte. D.Crisostomo Alvarez, levemente, tanto que estos Oficiales no han dejado de hacer sus servicios, deviendo prevenir que constando esta División de sesenta y uno entre Gefes y Oficiales no ha havido ningún muerto. La fuerza enemiga era mayor de mil quinientos hombres.

El infrascripto cumple con el deber que le impone su obligación en recomendar a S.E. el valor y horoyca decisión federal con que se ha distinguido el venemérito Coronel D. Nicolás Granada, el de igual clase D. Bentura Miñana, el Graduado D..Manuel del Carmen García, el Tte. Coronel D. Ramón Bustos, seis ayudantes de campo Tte .Coronel D .José Ramón de Isla, D. Pedro Rosas y todos los demás Gefes Oficiales y tropa de esta virtuosa y valiente División, llenando todos con brabura y energía y haciéndose acreedores á la consideración del Superior Gobierno y de todos los hombres libres del mundo de Colón.

 
 
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